La semana pasada se publicó el visto bueno de Bruselas a la operación de compra de Catalunya Banc por parte de BBVA, en concreto “La Comisión ha llegado a la conclusión de que la venta del banco español Catalunya Banc al BBVA y las modificaciones previstas de su plan de reestructuración original son compatibles con las normas sobre ayudas estatales de la UE”.
Ciertamente el comunicado de la Comisión Europea no aclara mucho sobre el contenido de dicho plan, por otro lado BBVA tampoco se ha manifestado sobre los ajustes que deberá sufrir la entidad adquirida. Solamente ha trascendido la intención de reducir costes un 40 % y que tenía provisionados 450 millones de € para tal fin. Tampoco ha declarado si mantendrá la marca comercial de la entidad en Catalunya aunque los rumores apuntan a que inicialmente será así.
Parece que el futuro de CatalunyaCaixa va a estar muy vinculado al número 40, concretamente al 40 % como ya anunció BBVA. Las entidades que han recibido ayudas públicas se considera que distorsionan la competencia y por tanto la Comisión Europea impone al comprador una serie de ajustes para compensar esta situación de supuesta ventaja. En el caso de la adquisición de Unnim se impuso una reducción del 40 % de la plantilla, además del cierre de muchas oficinas.
El caso de CX es diferente ya que la entidad ya inició el ajuste de personal el año anterior, aproximadamente un 30 % de la plantilla se vio afectada por el ERE. Bajo este criterio faltaría ajustar un 10 % adicional que supondría unos 500 empleados aproximadamente en base a los declarados en los resultados presentados del primer semestre de 2014 ( que son los últimos registrados en la CNMV ).
Si miramos las condiciones que impuso la CE a Banesco en la compra de NCG, hace unos meses, se permite a la entidad una plantilla en función de :
“ personal costs of Merged Entity shall not exceed ( 30 -40 ) % of its gross margin…”. Es decir, el coste de personal de la nueva entidad no podrá exceder el 30-40 % del margen bruto.
El párrafo también hace referencia a que dentro del margen bruto no se tendrán en cuenta las operaciones financieras ( habitualmente poco relevantes excepto en el 2013 por los híbridos ) y determinadas provisiones. Las partidas más significativas que componen el margen bruto corresponden al margen de intereses y las comisiones.
En los resultados presentados por CatalunyaCaixa del primer semestre de 2014, el margen bruto asciende a 342 millones de € ( sin descontar operaciones financieras ) y los gastos de personal ascienden a 188 millones de €, es decir un 54,97 % del margen bruto.
Esto significa que o se incrementa notablemente el margen bruto o se recorta un 15 % en la partida de gasto de personal. Durante muchos años la entidad no se ha definido precisamente por cuidar el margen de intereses, ya que su incomprensible política comercial incentivaba a sus empleados a captar dinero por encima del precio de la competencia, dejando en segundo plano la pérdida de depósitos existentes cuando llegaban a vencimiento, ya que esto no era una exigencia comercial.
Este tipo de políticas comerciales que no fijan su interés en el margen y si en la aparente actividad de captar con pérdidas, parece que se está corrigiendo bajo las nuevas directrices de BBVA, aunque como son de reciente aplicación no parece que puedan tener un impacto importante en el margen de intereses al cierre de 2014. En este sentido parece que el banco acabará con unos beneficios cercanos a los 120 millones de €.
Respecto al cierre de oficinas, NCG tenía que quedar según el plan inicial con unas 450-500. Una vez adquirida por Banesco se amplió este apartado a 600 – 650, en el caso de Catalunya Banc parece que ya se han cerrado casi todas las que dictaminó el ERE, quedando 43 sucursales fuera del territorio catalán que podrían beneficiarse. Aunque en este caso Banesco y BBVA poco tienen que ver, ya que el primero apenas tenía sucursales de Banco Echevarría y BBVA está fuertemente posicionado en todo el territorio.
Fuentes: europa.eu