Este fin de semana Alan Greenspan declaraba a BBC Radio que Grecia saldrá del Euro, ya que no ve que beneficio obtiene con ello y que es solo cuestión de tiempo. Además afirmó que tampoco ve cómo puede continuar el Euro si no existe una integración política, algo que no parece que pueda producirse sin que pasen varias generaciones, y el tiempo apremia.
Este mismo domingo Alexis Tsipras se mantuvo firme en sus promesas electorales y afirmó que no va a solicitar la prórroga del rescate. “ Vamos a mantener nuestras promesas electorales, esto no es negociable “, a diferencia de la mayoría de líderes políticos parece que el nuevo jefe de estado griego es fiel a sus palabras, aunque ello posiblemente le aboque a una salida del Euro.
En el lado contrario tenemos la posición inflexible de Alemania, el cerrajón del BCE a aceptar más papel heleno y a los acreedores ( entre ellos España con unos 26.000 millones de € ) que pretenden cobrar sin importarles los sacrificios a los que se someta a su población. Lógicamente subyace el hecho que si Merkel cede ante Grecia, detrás vendrán otros países del sur exigiendo un trato similar. Además dejará en evidencia a los actuales dirigentes de estos países que han aceptado todas las imposiciones sin rechistar, aunque ello suponga traicionar a sus ciudadanos.
Existe en la actualidad la creencia, gracias a una propaganda continua en los medios, que la salida de Grecia del euro ya no representa una amenaza para Europa, que apenas representa un 2 % de la economía europea y que durante más de dos años se ha trabajado para atenuar este riesgo, por lo menos a nivel económico.
Sin embargo que algún país demuestre que hay vida fuera del Euro o que se puedan implementar medidas expansivas en lugar de la eterna austeridad por una deuda que es más que impagable ,sí que puede provocar una ruptura en los países más afectados. De hecho la proliferación de partidos antieuro o que anteponen los intereses de los ciudadanos ( que extraño resulta tener que escribir esto ) a los de los poderes económicos, es una clara muestra de ello.
Greenspan sí que es capaz de visualizar una unión europea del norte, formada por los países más ricos, pero el sacrificio constante que se exige al sur ( por el despilfarro, corrupción…etc de sus mandatarios ) resulta inasumible y en algún momento se resquebrajará, quizá ha llegado ese momento.
En el más que probable escenario de que no haya acuerdo entre Grecia y los acreedores para facilitar el pago de la deuda helena y se corte definitivamente la liquidez al país, a Tsipras no le quedaría más opción que empezar a imprimir su nueva moneda, salir del Euro, y realizar el impago de la deuda. Además no se descarta un acercamiento de Grecia al bloque Rusia – China, que le podría financiar en el futuro e incrementar los riesgos geopolíticos.Eso sin contar el efecto contagio con otros países y la más que posible fuga de capitales.
Hace un par de años Carmel Asset Management realizó un cálculo del coste que le suponía a Alemania hacer lo posible por mantener el Euro o su ruptura. En el cálculo se tiene en cuenta el Target2, la inversión en los fondos de rescate europeos, las pérdidas de los bancos acreedores de la deuda periférica y la disminución de las exportaciones. El coste para Alemania de una ruptura del Euro suponía 1,3 billones europeos de €, “salvar el euro” 579 mil millones de €. Estos datos hacían referencia al periodo 2012 – 2017.
Fuentes: www.zerohedge.com
domingo, 8 de febrero de 2015
¿ BBVA mantendrá la marca CatalunyaCaixa ?
El 27 de julio de 2012 se publicaba que BBVA mantendría la marca Unnim, concretamente en uno de los diarios económicos de más tirada del país. “Según ha informado BBVA, "se mantendrá la marca Unnim", lo que significa que en Cataluña "se operará desde el primer día con las dos marcas". "BBVA refuerza su compromiso con Cataluña, apoyando a una de sus entidades de referencia y con un fuerte arraigo social", ha señalado Jaime Sáenz de Tejada, director de BBVA en España y Portugal.
Esta semana diferentes medios han informado, y en su edición escrita el mismo medio que publicó la noticia anterior en 2012, que BBVA mantendrá la marca CatalunyaCaixa ; por lo menos a corto plazo.
En mayo de 2013 la marca Unnim desapareció definitivamente, 10 meses después de haberse publicado que se mantendría, el fuerte arraigo social mencionado por el Sr. Jaime Sáenz de Tejada no fue suficiente para la supervivencia .
Es de suponer que BBVA todavía no ha tomado una decisión definitiva al respecto ya que todavía necesita efectuar un análisis profundo sobre la conveniencia de las diferentes opciones existentes. Se han encargado informes sobre el impacto que supondría el mantenimiento o cambio de la marca.
Por otra parte se alude al arraigo y reconocimiento que tiene la marca CatalunyaCaixa a diferencia de la que tenía Unnim, en realidad ambos nombres nacen tras las correspondientes fusiones que se efectuaron hace unos pocos años, si bien es cierto que el nombre CatalunyaCaixa resulta más fácil de asociar al de Caixa Catalunya, que correspondía a la entidad de mayor tamaño en la fusión y que fue fundada en 1.926.
En cualquier caso, a efectos prácticos, el hecho que existan dos marcas diferentes beneficia a la clientela. Por un lado existen más entidades, lo que supone mayor competencia y también se respetaría la garantía del FGD ( Fondo de Garantía de Depósitos ) de forma independiente, los famosos 100.000 € por NIF y entidad que el Estado garantiza a todos los clientes con depósitos y cuentas corrientes. El FGD cerró el 2013 con un patrimonio negativo de 1.637 millones de €, es decir con 389 millones de € de pérdidas más que en 2012, y sin posibilidad contable real de garantizar ni una sola cuenta, pero a la gente le tranquiliza pensar que su dinero está garantizado por un patrimonio negativo.
En cuanto al coste social no está muy claro que puede resultar más beneficioso. Aparentemente se puede pensar que la reducción de personal debería ser menor ya que las entidades funcionarían independientemente y el solapamiento de oficinas no supondría el cierre de estas. Pero estamos hablando de una entidad que ha recibido ayudas estatales, otra de las infinitas promesas incumplidas de Rajoy durante su campaña electoral, y como tal se ha de someter a las reducciones que impone Bruselas para no perjudicar la competencia.
De hecho el BBVA tuvo que presentar a la Comisión Europea unas propuestas determinadas que incluían esta restructuración para que se aprobase su compra. A fecha de hoy, la CE no ha publicado la versión no confidencial del acuerdo. En la última operación de similares características, NCG Banco, se impuso una plantilla máxima en función de la relación existente entre el margen bruto y el coste de personal ( no pudiendo exceder el 40 % ). En este sentido la dirección de BBVA tomará los datos del primer trimestre de 2015 para efectuar las correspondientes valoraciones.
Si la marca se mantiene independiente, lógicamente la reestructuración deberá efectuarse íntegramente en CX, si se integra a BBVA se podría extender entre todos los empleados del grupo. En este sentido BBVA intentará que la reducción de plantilla sea lo menos traumática posible, a través de prejubilaciones y bajas voluntarias preferentemente.
En definitiva, el diario que ha publicado la noticia, al igual que hizo en su momento con Unnim, reprodujo las declaraciones de directivos de BBVA. Ya se sabe que un mes se considera largo plazo, así que resulta muy aventurado anunciar una decisión que en realidad no se ha tomado todavía. La lógica de los números determinará qué es lo más rentable para los “blues”, lo que implicará una fuerte presión para la plantilla de CX por el temor de los cargos directivos e intermedios, de hecho ni el mantener la marca, con números óptimos, garantiza sus actuales sillones.
Esta semana diferentes medios han informado, y en su edición escrita el mismo medio que publicó la noticia anterior en 2012, que BBVA mantendrá la marca CatalunyaCaixa ; por lo menos a corto plazo.
En mayo de 2013 la marca Unnim desapareció definitivamente, 10 meses después de haberse publicado que se mantendría, el fuerte arraigo social mencionado por el Sr. Jaime Sáenz de Tejada no fue suficiente para la supervivencia .
Es de suponer que BBVA todavía no ha tomado una decisión definitiva al respecto ya que todavía necesita efectuar un análisis profundo sobre la conveniencia de las diferentes opciones existentes. Se han encargado informes sobre el impacto que supondría el mantenimiento o cambio de la marca.
Por otra parte se alude al arraigo y reconocimiento que tiene la marca CatalunyaCaixa a diferencia de la que tenía Unnim, en realidad ambos nombres nacen tras las correspondientes fusiones que se efectuaron hace unos pocos años, si bien es cierto que el nombre CatalunyaCaixa resulta más fácil de asociar al de Caixa Catalunya, que correspondía a la entidad de mayor tamaño en la fusión y que fue fundada en 1.926.
En cualquier caso, a efectos prácticos, el hecho que existan dos marcas diferentes beneficia a la clientela. Por un lado existen más entidades, lo que supone mayor competencia y también se respetaría la garantía del FGD ( Fondo de Garantía de Depósitos ) de forma independiente, los famosos 100.000 € por NIF y entidad que el Estado garantiza a todos los clientes con depósitos y cuentas corrientes. El FGD cerró el 2013 con un patrimonio negativo de 1.637 millones de €, es decir con 389 millones de € de pérdidas más que en 2012, y sin posibilidad contable real de garantizar ni una sola cuenta, pero a la gente le tranquiliza pensar que su dinero está garantizado por un patrimonio negativo.
En cuanto al coste social no está muy claro que puede resultar más beneficioso. Aparentemente se puede pensar que la reducción de personal debería ser menor ya que las entidades funcionarían independientemente y el solapamiento de oficinas no supondría el cierre de estas. Pero estamos hablando de una entidad que ha recibido ayudas estatales, otra de las infinitas promesas incumplidas de Rajoy durante su campaña electoral, y como tal se ha de someter a las reducciones que impone Bruselas para no perjudicar la competencia.
De hecho el BBVA tuvo que presentar a la Comisión Europea unas propuestas determinadas que incluían esta restructuración para que se aprobase su compra. A fecha de hoy, la CE no ha publicado la versión no confidencial del acuerdo. En la última operación de similares características, NCG Banco, se impuso una plantilla máxima en función de la relación existente entre el margen bruto y el coste de personal ( no pudiendo exceder el 40 % ). En este sentido la dirección de BBVA tomará los datos del primer trimestre de 2015 para efectuar las correspondientes valoraciones.
Si la marca se mantiene independiente, lógicamente la reestructuración deberá efectuarse íntegramente en CX, si se integra a BBVA se podría extender entre todos los empleados del grupo. En este sentido BBVA intentará que la reducción de plantilla sea lo menos traumática posible, a través de prejubilaciones y bajas voluntarias preferentemente.
En definitiva, el diario que ha publicado la noticia, al igual que hizo en su momento con Unnim, reprodujo las declaraciones de directivos de BBVA. Ya se sabe que un mes se considera largo plazo, así que resulta muy aventurado anunciar una decisión que en realidad no se ha tomado todavía. La lógica de los números determinará qué es lo más rentable para los “blues”, lo que implicará una fuerte presión para la plantilla de CX por el temor de los cargos directivos e intermedios, de hecho ni el mantener la marca, con números óptimos, garantiza sus actuales sillones.
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