Durante el pasado mes de agosto se conoció que el multimillonario inversor George Soros, célebre por su ataque a la libra inglesa hace años, había incrementado sus posiciones cortas ( vendedoras ) en el índice S & P 500 en más de un 600 %. De 299 millones de $ pasó a 2.200 millones de $, lo que supone un 17 % sobre el total del fondo que gestiona.
Aunque se esgrimió que con este movimiento el magnate pretende protegerse de las muchas posiciones abiertas que tiene en el S & P 500, subyace en esta decisión una firme creencia de que la burbuja puede explotar en cualquier momento.
En los últimos años los bancos centrales más importantes del mundo ( EEUU, Japón, Inglaterra… ) han facilitado miles de millones al sector financiero a través de los QE ( quantitative easing ), con el pretexto de hacer llegar el crédito a la economía real. La realidad, sin embargo, ha sido que el dinero que ha sido facilitado a los bancos ha llegado con cuentagotas.
Gran parte de ese dinero “regalado” a los bancos ha servido para que se alimenten burbujas, así encontramos el S & P y otros índices en máximos históricos. Rentabilidades en bonos soberanos nulas e incluso negativas de países tan solventes como España, por ejemplo. Ese exceso de liquidez ha sido mayoritariamente invertido en diferentes activos de renta variable y fija, obviando su transferencia a empresas y particulares para que se impulse la economía.
Este escenario complica mucho la elección de una inversión, evidentemente siempre existen acciones que pueden continuar subiendo, pero las bolsas están muy infladas por el exceso de liquidez que han provocado los bancos centrales. Con las emisiones de deuda soberana ya no existe margen de beneficio, ya que los tipos de interés casi no pueden bajar más.
Los grandes inversores que en su momento compraban deuda soberana a tipos superiores al 3 o 4 %, han visto como su valor en el mercado ascendía a medida que descendían los tipos de interés de las nuevas emisiones, teniendo en cuenta que el BCE ha situado el interés al 0,05 % no parece que exista mucho margen para que sus emisiones puedan alcanzar mayor precio, así que no es descartable que empiecen a deshacer posiciones en busca de nuevos horizontes.
Actualmente el índice S & P 500 se sitúa por encima de 2.000, habiendo tocado su máximo histórico hace unos días al situarse en 2.019, y se especula con una caída hacia los 1.500 – 1.600. Los grandes bancos e inversores hace mucho que tomaron posiciones en este y otros índices y ahora que empiezan a prever un descenso, es el momento de que los pequeños inversores/ahorradores aporten su granito de arena.
En nuestro país hace ya tiempo que los depósitos bancarios tienen una remuneración baja y se prevé que vaya a menos. Después del escándalo de las preferentes y deuda subordinada, sin olvidar las convertibles del Santander, los ahorradores escaldados se refugiaron en depósitos y cuentas corrientes, renunciando a buscar remuneraciones extras.
Pero como la memoria es efímera y se pretende transmitir que las aguas ya han vuelto a su cauce, los bancos empiezan a ofrecer indiscriminadamente inversiones que puedan ofrecer mejores rendimientos, vuelven a aparecer con fuerza los fondos de inversión.
Mientras esto sucede, como contrapunto, llama poderosamente la atención la escasa demanda que tuvo la TLTRO ( targeted longer term refinancing operations ) a 4 años y al 0,15 % de interés lanzada por el BCE, solamente 82.000 millones de € fueron demandados por la banca europea, muy por debajo de las expectativas ( según Goldman Sachs se esperaban unos 267.000 millones de € ) y es que ya los mercados están saturados y ni el carry trade ofrece oportunidades.
Sobre los fondos de inversión que van a ser ofrecidos a diestro y siniestro a los ahorradores quejosos por las bajas rentabilidades de los depósitos, hay que tener muy presente que todos tienen riesgo de capital y rentabilidad. Es decir, el interés que generará es incierto y puede ser positivo o negativo, también se puede perder el capital invertido.
Resulta indiferente que inversión realice el fondo, absolutamente todas pueden dar pérdidas. Únicamente los fondos garantizados ofrecen unas condiciones de seguridad otorgadas por la entidad comercializadora, esto significa que aunque la inversión sea fallida el banco asume la pérdida y debe cumplir con la garantía que otorgó. Existen fondos que ofrecen un objetivo de rentabilidad, esto no es una garantía, es simplemente un objetivo que se puede cumplir o no.
Aunque este tipo de inversión obliga a tener unos conocimientos financieros determinados y es de obligado cumplimiento el test MIFID, recomiendo a los depositantes mucha precaución y sobro todo no firmar ningún documento sin una lectura rigurosa, no sería la primera vez que estos test no reflejan los conocimientos financieros del cliente, obviamente por arte de magia.
Estoy totalmente de acuerdo contigo y recomiendo a todo el mundo mantener al menos el 80% de su dinero en cuentas y plazos a bajo o nulo interés pero seguro.
ResponderEliminarLa crisis, ni ha acabado, ni se prevé su fin si es que esta situación ha venido para quedarse, que es lo que yo creo.
Prudencia y espera, aprendamos de lo vivido y no olvidemos la Ley de Murphy, si algo puede empeorar, lo hará.
Teniendo en cuenta los estructurados?????
EliminarNunca luches contra un banco central. El BCE justo va a empezar su propia ronda de Quantitative Easing. Hay más gasolina para seguir hinchando la burbuja. Particularmente en Europa.
ResponderEliminarSigue la fiesta. Y va a seguir mientras los bancos centrales sigan echando gasolina al fuego. Los yankees ya están en ello y los QE se acabaron ... Pero llega Europa al relevo!
Más madera! Más burbuja!
Soros inicio una put comprada.......si ahora no compras una put es que no sabes de esto.......estan tiradas por el suelo,baratisimas.
ResponderEliminarInformarte de que hizo el mismo movimiento en Agosto 2013......se comio a vto la prima. Esperemos que esta vez le vaya mejor.
B.Dead....no digas esas cosas que en tu futuro azulado....no hacen mas que endorsar fondos y estructurados.
ResponderEliminarPues hay que saber decir que NO.
ResponderEliminarYo ya era clienta del BBVA antes de la compra de CX y será que ya les advertí, "soy una Híbrida de CX así que conmigo, cuidadito con lo que me ofrecéis".