En los últimos sondeos de opinión parece que Podemos es una amenaza real para los partidos políticos qua han alternado el poder desde que se aprobó la Constitución Española en circunstancias bastante especiales…
Este dato resulta sorprendente en algunas comunidades donde no existe ninguna cabeza visible de los máximos dirigentes del partido, así que los supuestos votantes de la formación no se identifican con ningún pretendido líder local.
En 2011 Daniel Kahneman, premio Nobel de Economía siendo psicólogo, publicó su libro Pensar rápido, pensar despacio. Sus investigaciones, colaborando con Amos Tversky, sobre los sesgos cognitivos, la heurística, y la teoría de las perspectivas puso en evidencia la racionalidad del “homo económicus” , y de cualquier homo en particular.
La teoría de las perspectivas desvela, en general, el comportamiento de las personas en sus decisiones, aunque está centrada principalmente en la aversión al riesgo en situaciones de posibles ganancias y asunción de riesgos en situaciones de posibles pérdidas, introduce como novedad el punto de referencia o status quo del protagonista, a diferencia del modelo de Bernoulli y su teoría de utilidad.
Quizá sea más comprensible a través de un ejemplo, veamos estás opciones :
- ¿ Qué elegiríamos, el 90 % de probabilidad de conseguir 1.000 € o 900 € seguros ?
- ¿ Perder 900 € o el 90 % de probabilidad de perder 1.000 € ?
Respecto a la primera cuestión la gran mayoría de personas optarán por los 900 € seguros, evitando el riesgo, aunque un 10 % no es un porcentaje muy elevado, preferimos 900 seguros que 1.000 bajo la incertidumbre que podrían ser cero si las cosas salen mal.
Sin embargo en la segunda pregunta ,según el autor, la mayoría preferimos apostar el 90 % de probabilidad de perder 1.000 antes que aceptar con certeza que perdemos 900 €. Es evidente que no nos gusta aceptar la pérdida y por tanto intentamos que el escaso 10 % de probabilidades existente nos deje indemnes.
Existen multitud de ejemplos sobre la aversión a perder que tenemos :
Se le ofrece el juego de lanzar una moneda. Si sale cruz pierde 100 €, si sale cara gana 150 €. ¿ Es atractivo este juego ?, ¿ aceptaría jugar ?.
El autor pretende que nos fijemos en la idea que las pérdidas que estamos dispuestos a asumir solo pueden ser compensadas por un valor de ganancias suficiente a nivel psicológico, seguramente si en lugar de 150 € nos ofrecen 500 € nos parecería atractivo el juego.
Es importante reseñar que a todas estas cuestiones que plantea tomamos una decisión casi al instante, son de “pensamiento rápido”, aunque podamos tardar más o menos tiempo en verbalizar nuestro pensamiento.
Vayamos ahora al status quo o punto de referencia. Supongamos un trabajador que tiene unos ingresos anuales de 25.000 € y por una situación coyuntural se le reduce el salario a 20.000 €, la crisis puede ser un buen argumento. Esta persona ha entrado en pérdidas y cuando uno está en pérdidas respecto a su punto de referencia tiende a arriesgar según la teoría de las perspectivas, cuando está en ganancias se vuelve más conservador.
Sin entrar en factores como la corrupción, el hecho que los directivos aumenten salarios aunque haya crisis, la justicia esté politizada y la política judicializada, cuando gran parte de la población está por debajo de su punto de referencia y por tanto en pérdidas, las personas arriegan.
Muchos jóvenes que simplemente no han podido incorporarse al mercado laboral, después de terminar sus estudios, tenían una expectativa de salario acorde a su formación, que de alguna manera era su referencia, y la dura realidad que supone actualmente incorporarse al mercado laboral con una retribución muy inferior a sus expectativas, en el mejor de los casos, supone más de un 50 % de población activa menor de 25 años que también está en pérdidas, siempre refiriéndome a la teoría de las perspectivas.
De hecho existe tal cantidad de personas que están por debajo de su punto de referencia , por no referirme a pobreza, miseria o exclusión social, en contraste con una minoría que está en beneficios constantes con todos los instrumentos del Estado a su favor, esa falacia llamada desigualdad, que resulta milagroso que la rabia e indignación solo se canalice por una intención de voto que aterroriza a una minoría que puede perder su punto de referencia, o status quo, para equilibrar el de millones que lo perdieron hace mucho tiempo.
Fuentes: “pensar rápido, pensar despacio”
Interesante teoría. Siempre es un placer leer tus artículos y pensar detenidamente sobre ellos. Para bien o para mal. Gracias por dedicarnos parte de tu tiempo.
ResponderEliminarHola Anónimo
EliminarGracias a ti por el comentario y por invertir tu tiempo en este espacio.
Saludos
Felices fiestas Hipo y Prospero 2015
ResponderEliminarMuchas gracias, igualmente te deseo felices fiestas y feliz año nuevo.
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