Últimamente las protestas sociales sobre los recortes que padecemos desembocan contra el sistema financiero , algo que tiene bastante lógica. Todos los bancos se enriquecieron con la especulación inmobiliaria y cuando las cosas han ido mal , el Estado ha tenido que inyectar directa o indirectamente ( avalar ) miles de millones a entidades privadas que en su momento no socializaron ganancias.
La indignación crece una vez se han dado a conocer los escandalosos salarios de los directivos , más aun en el caso de entidades que han tenido que ser rescatadas . A esto hay que añadir las dudosas prácticas realizadas por la mayoría de bancos y cajas en la comercialización de muchos productos financieros ( preferentes , deuda subordinada , depósitos indexados , swaps de tipos de interés … etc ).
El resultado de estos beneficios exclusivos ( privatizar beneficios y socializar pérdidas ) sumado a la falta de ética en la comercialización de todo tipo de bodrios financieros , ha desembocado en una creciente agresividad hacia este sector y en concreto sobre su parte más accesible , la red de oficinas . En este sentido los sindicatos que representan estas entidades alegan que ellos son bancarios , no banqueros . A la vez que culpan al Banco de España por su pasividad en todo el proceso , primero durante la creación de la burbuja inmobiliaria y la facilidad de crédito , y posteriormente en la regulación de muchas prácticas cuestionables.
Huelga decir que el papel del regulador ha sido nulo , ha permitido todo tipo de desmanes a los directivos , sueldos desorbitados ,contabilidad creativa , maquillaje de resultados … etc. La falta de confianza en los bancos y los reguladores alcanza cuotas máximas y empieza a florecer la agresividad sobre los empleados de las entidades financieras , como representantes del sistema.
Uno debe plantearse que efectivamente son trabajadores y no gozan de los privilegios de los directivos , en pos de mantener su puesto de trabajo y bajo presión comercial actúan según les ordenan sus superiores y ellos son la cara visible para los muchos afectados por desahucios , participaciones preferentes , deuda subordinada y demás.
Por otro lado , también cabe plantearse si son meros robots que solo cumplen órdenes o tienen capacidad intelectual para discernir entre lo que pueda o no ser perjudicial para los clientes . La mayoría de personas que trabajan en el sector poseen titulaciones universitarias , aunque esto no es garantía de conocimientos pero se les presupone , en cualquier caso no es garantía de ética ni valores que seguramente es de lo que adolecemos.
La semana pasada intenté preguntar a comerciales de diferentes entidades sobre la comercialización de participaciones preferentes , aunque reticentes la mayoría aseguraron que era impensable para ellos la situación actual . Que de ninguna manera podían prever que se cerrase el mercado interno y que los clientes pudiesen perder capital propio . Los más sinceros , reconocieron que sabían que vendían algo por imposición de sus jefes y que era poco líquido , incluso que no se lo venderían a un familiar , pero que no imaginaban el desastre acontecido.
Entonces debemos pensar , ¿que simplemente son personas lo suficientemente cobardes para negarse ante sus jefes a comercializar bazofia ? . Es algo muy humano aunque no muy honroso , priorizar el puesto de trabajo o las expectativas de ascenso a los intereses de los clientes y los daños que se les pueda ocasionar . Vivimos en la época del cortoplacismo , beneficios ya aunque sea a costa de los clientes , de hecho sucede en casi todos los sectores.
Aunque , obviamente , han sido ejecutores de dictámenes de sus superiores , tenían la posibilidad de no hacerlo , pero seguramente otro lo hubiese hecho en su lugar.
Lo que , una vez más, nos lleva al problema de raíz que ha generado esta crisis , los valores.
Hace ya mucho tiempo que las tácticas más cortoplacistas imperan por encima de cualquier otro tipo de estrategia más sesuda. Hace tiempo que directivos de grandes entidades financieras se llenan la boca en sus mítines internos de falacias tales como "orientación cliente" cuando en realidad lo que quieren decir es "orientación producto" y, consecuentemente, orientación resultados a costa de sacrificar buena parte o la totalidad de los beneficios para los clientes.
ResponderEliminarSegún se me ha informado por allegados vinculados a la banca que la presión de los cargos intermedios en la dirección que he comentado se hace del todo insoportable, incluso llegando a las amenazas directas o indirectas.
Tanta sapiencia junta y parece mentira que no tengan claro que, a un cliente, sea del sector que sea, se le debe escuchar (como algunos se llenan la boca publicitándolo incluso) y buscar, dentro del abanico de posibilidades, aquello que más se ajuste a su realidad, se trate del producto de moda o del abandonado en el diván porque no interese tenerlo presente en ese momento.
Si quieres mantener relaciones a largo plazo con un cliente, no sólo tienes que cuidarlo ahora, sino ese trato debe perdurar en el tiempo, y la lógica nos lleva nuevamente a ofrecer aquel producto en el que se produzca aquello que tanto se ha escuchado en másters y postgrados de nivel, un win to win real y no sólo percibido, un beneficio mutuo y no sólo respaldado por la charlatanería que tenga el interlocutor de turno.
Valores? Sí, pero sólo si me llenan el bolsillo.
Tengo que agradecerte públicamente que tengas abierto este blog tan didáctico expresándote con suma libertad y hablando de temas candentes en la sociedad consumista actual.
ResponderEliminarTodos los datos que ofreces son de un detalle y concreción increibles lo que dota de mucha más credibilidad a tus palabras.
Te animo a que sigas creyendo que hablando alto y claro se pueda cambiar algo de esta sociedad tan perniciosa en la que vivimos donde pondera por encima de todo el bálsamo que producen millonarios ingresos cada mes en las arcas de unos pocos que son, curiosamente, los que mueven los hilos de la misma sociedad que adulteran.
Hola Alba,
ResponderEliminarMuchas gracias por tus comentarios. Estoy totalmente de acuerdo contigo , el win to win hace tiempo que desapareció y la mayoría de empresas tienen unos directivos carentes de liderazgo . Únicamente les interesa el aquí y ahora , cumpliendo objetivos a costa de clientes y empleados .
Se necesita retomar la senda humanista en las organizaciones y buscar el largo plazo , motivar a los empleados y efectivamente proporcionar a cada cliente lo que realmente le satisface .
Un saludo