Dos semanas antes del cese de Rato en Bankia y la nacionalización de la entidad, en uno de los mayores errores de De Guindos, otro viejo conocido presentó su dimisión para ser consejero de Iberdrola. El exministro de interior en la época Aznar y que alcanzó su máxima cuota de impopularidad con los desgraciados atentados del 11-M, Ángel Acebes, abandonó el barco de forma inesperada y con apenas ocho meses en el cargo.
Tal como hoy publica el diario Público, el Sr. Acebes fue nombrado consejero de BFA a propuesta de Rato, hecho que le proporcionó una salario en 2011 de 163.000 € por unos cinco meses de trabajo. Asumió el cargo de Presidente del Comité de Auditoría y Control de la entidad, un cargo que habitualmente se recomienda que ostenten personas con grandes conocimientos financieros y además tengan experiencia anterior en auditorias, básicamente porque corresponde a este órgano supervisar los datos que el MIS ( Management Information System ) procesa, con los preceptivos controles y filtros internos.
Corresponde a la Comisión de Auditoría nombrar al auditor externo y supervisar los estados financieros de la sociedad, así como establecer la comunicación necesaria con el auditor externo para validar o dar respuesta a los requerimientos de este. Una vez supervisadas y validadas las cuentas por la Comisión de Auditoría, con su visto bueno, se elevan al Consejo de Administración para que las apruebe, haciéndolas suyas en ese instante y aceptando la responsabilidad que conlleva como el “fiel reflejo” del estado patrimonial de la sociedad.
La Ley española no obliga a que los consejeros de auditoría tengan los conocimientos necesarios en el ámbito que les corresponde, aunque seguramente se les presupone ya que no es comprensible que el Consejo de Administración de una sociedad nombre para este cargo personas con conocimientos en otros ámbitos , aunque en el caso de BFA casi todos los consejeros eran cualquier cosa menos personas con conocimientos financieros. La gran mayoría de nombramientos están basados en amistades y cargos políticos en el Partido Popular.
No es de extrañar que Esperanza Aguirre haya sido fichada como “headhunter” por la firma catalana Seeliger y Conde, ya que buena parte de los consejeros de BFA-Bankia fueron fichados por ella, con los extraordinarios resultados obtenidos. Ahora solo tiene que contratar a Carromero de chofer, para que luego digan que la justicia es lenta.
Esperancita...juas..juas.....!!!! esto ya va pareciendo la república bolivariana de españa !!! que no decaiga....!!!
ResponderEliminarSi Anónimo, mires donde mires solo hay tráfico de influencias, prevaricación y demás ... un paisaje desolador.
EliminarSaludos