Las molestas abejas que con su sola presencia atemorizan a muchos y provocan dolorosas picaduras, además de producir miel, son una fuente de vida imprescindible para la humanidad. Así que antes de machacar uno de estos insectos porque nos parece una amenaza, por su picadura que no suele tener mayores consecuencias en el ser humano, recomendaría que nos lo pensásemos cien veces.
Ya lo dijo Albert Einstein en su momento: “Si la abeja desapareciera de la superficie del globo, al hombre sólo le quedarían cuatro años de vida. Sin abejas, no hay polinización, ni plantas, ni animales, ni hombres". Aunque la afirmación es un poco exagerada ( igual no son cuatro años, pueden ser cinco ), ya que existen cultivos que son polinizados por el viento y en menor medida por otros insectos, cerca del 90 % de los cultivos precisan de las abejas para su desarrollo.
Durante los últimos años ha existido una creciente preocupación por la desaparición de estos simpáticos insectos. Los estudios científicos realizados hasta la fecha no han conseguido concretar las causas, si bien se atribuye a múltiples razones que serían motivadas por el uso de pesticidas, las modificaciones genéticas de los cultivos ( transgénicos ) que ofrecen mayor resistencia a las plagas, parásitos o virus.
En concreto el CCD ( Colony Collapse Disorder ) es un problema que empezó a producirse a partir del año 2.000, concretamente en Norteamérica a partir del año 2006 cuando se produjo un crecimiento drástico del número de desapariciones de abejas.
A pesar de los fuertes intereses económicos de la industria química, hoy Reuters publica que la UE prohibirá temporalmente el uso de tres de los pesticidas más utilizados mundialmente por temor a que su uso pueda dañar a las abejas. La prohibición inicialmente fue propuesta en enero de este año, después de que científicos de la UE elaborasen un informe afirmando que el uso de determinados productos químicos suponían un riesgo agudo para las abejas.
La prohibición se centrará en los ” neonicotinoides “, producidos principalmente por la alemana Bayer y la suiza Syngenta. Como resulta habitual, los productores poseen informes que niegan cualquier vínculo entre los pesticidas y la muerte masiva de los “granjeros del mundo”, existiendo como siempre estudios científicos “imparciales” que se muestran inconclusos.
Con todo, la prohibición no entrará en vigor hasta diciembre de 2013, así que otra primavera más con una legión de aparentemente insignificantes insectos muertos a millones.
Fuentes: www.reuters.com, www.bibliotecapleyades.net, es.wikipedia.org
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