sábado, 25 de mayo de 2013

Inferno de Dan Brown

Después de unos cuantos días sin conexión a internet, en ocasiones intermitente pero dada la incerteza decidí prescindir, me he dedicado a la lectura en formato clásico. Aunque aun estoy acabando de leer “Perdida” de Gillian Flynn, se presupone un sorprendente thriller psicológico que no me acaba de enganchar, la novela que me ha sorprendido gratamente es, contra todo pronóstico,” Inferno” de Dan Brown.

Tampoco pretendía lecturas profundas, sino solamente algo digerible que me distrajese. Supongo que con unas expectativas tan bajas resulta más sencillo que este “best seller” me parezca interesante, a pesar de mis iniciales reticencias. Después del laureado Código da Vinci suponía una réplica parecida y me resultaba muy poco apetecible emprender la ardua tarea de comenzarla. Me resistí un par de días y finalmente la devoré.

De nuevo el profesor Robert Langdon protagoniza la historia, esta vez la trama transcurre paralelamente a Dante y su Divina Comedia. Experto en simbología y conocedor de cualquier detalle sobre las innumerables formas de expresión artística, Langdon y sus vastos conocimientos prometían aburrirme hasta la extenuación, envidia cochina por mi parte.

Sin embargo aparecieron conceptos más afines a mis inquietudes durante la lectura, en concreto la superpoblación y sus consecuencias. El concepto es extrapolable a muchísimos de los problemas actuales, vivimos en un mundo finito y por tanto los recursos que nos puede proporcionar son limitados. Sin embargo, resulta habitual el pensamiento de beneficios empresariales crecientes, año tras año. El consumo de energía necesario para tal fin, creciente e ilimitado en las mentes de los estúpidos dirigentes de cualquier empresa, que resulta insostenible simplemente aplicando el sentido común.

En 2011 la población mundial alcanzaba los 7.000 millones de habitantes, en el año 1.800 la población era de 1.000 millones. Es decir, en poco más de 200 años la población ha aumentado en 6.000 millones, algo bastante preocupante si tenemos en cuenta que todos deberíamos poder acceder al consumo de alimentos, agua y demás necesidades. National Geographic afirma que cada año la población aumenta en 80 millones de personas, y en 2045 podríamos sumar ya 9.000 millones de habitantes.

No hace falta ser científico ni una autoridad en la materia para entender que pronto la tierra será insuficiente para abastecer nuestras necesidades, en realidad ya lo estamos padeciendo de un modo evidente, ahora nos imponen un recorte de ingresos y del estado del bienestar. Una situación precaria dentro del concepto que conocemos, pero muchos otros simplemente mueren por no poder abastecerse de agua y alimentos. La ruleta que determina en que continente naces y en que entorno familiar, parece que simplemente no cuenta para los más afortunados ( es lo que hemos conocido y por tanto lo normal ).

No quiero desvelar más de una lectura que puede ser interesante para algunos, me ha resultado más profunda de lo que esperaba, quizá involuntariamente. Creo que la novela esconde grandes interrogantes sobre nuestro futuro, pero siempre podemos obviarlo y centrarnos en el partido de mañana, la vecina/o del quinto o cualquier otro acontecimiento prioritario en nuestras vidas.





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