sábado, 11 de junio de 2011

Lo barato sale caro

A primera vista puede parecer que comprar más barato es lo más económico. Sin entrar a valorar detalles como la calidad y durabilidad de lo comprado , existen factores que a simple vista no se perciben .

Hace unos cuantos años , por poner un ejemplo , irrumpió en nuestro país la banca por internet , de los diferentes operadores el más conocido por todos es ING . Como es lógico , para abrir mercado , ofertó un tipo de interés muy por encima de la banca tradicional con el fin de captar el máximo número de clientes . De esto se beneficiaron muchas personas obteniendo una remuneración más alta por sus ahorros , además de evitar las molestas comisiones de la banca tradicional .

Muchos pensaron que ya estaba bien de los bancos y cajas con sus políticas abusivas , seguramente no les faltaba razón . Pero hay que tener un poco más de visión , o ¿ acaso creéis que ING es más bueno que los demás ? . La realidad es que ING podía ofertar esas condiciones porqué sus costes operativos son muy inferiores al resto de entidades .

Los bancos y cajas tradicionales tienen unos costes mucho más elevados debido a su red de oficinas y al personal . Muchos pensareis que eso es su problema , pero si todos los bancos copian el modelo de la banca por internet se producirá un número mayúsculo de despidos y muchísimas personas acabarán teniendo que engrosar las listas del desempleo . Ni que decir tiene que eso aumentará los costes para la seguridad social que aunque no lo parezca se paga entre todos los trabajadores . Así que al final la factura de recibir un poco más de interés es tener un presupuesto del estado condicionado por la factura de la seguridad social , seguramente eso comportaría un recorte en otras partidas .

Evidentemente , esto no es ninguna defensa de la banca tradicional y sus directivos que se han enriquecido con el beneplácito de los diferentes gobiernos y que deberían cambiar drásticamente su manera de actuar .

Este ejemplo es extrapolable a la elección que hacemos al comprar ropa , comida u otros . Al comprar los artículos más baratos , obligamos a muchas empresas a tener que replantearse su política comercial . Así para poder competir en precio deciden reducir costes , bien sea reduciendo personal o trasladando la producción a países con costes inferiores .Esto, que en principio beneficia al consumidor al final se traduce en deslocalizaciones , pérdidas de empleo y más costes sociales para los trabajadores en activo . Además , al existir más gente sin ingresos el consumo de bienes desciende y muchas empresas tienen que reducir plantilla o cerrar .

Es otra burbuja que se va retroalimentando y subyace la idea de ofrecer un producto más competitivo y económico a cambio de prescindir de los costosos trabajadores .

Si los consumidores no tomamos conciencia de esto , cada vez habrá más trabajadores prescindibles y al final habrá productos muy baratos o beneficiosos para los compradores pero un inexistente “target” , ya que igual nadie tiene ingresos . Y entonces , seremos nosotros los que sufriremos de forma extrema la subida de los cereales y otros productos básicos.


Igual ya no estamos a tiempo de cambiar la tendencia , más aun con la crisis que nos azota , pero sería importante en un futuro efectuar nuestras compras con más sentido social y comprender que la factura final puede ser inasumible para el deseado estado del bienestar .

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