jueves, 2 de mayo de 2013

BCE, ¿ tipos negativos en los depósitos ?

Mario Draghi, además de anunciar una bajada del tipo de interés en la Eurozona hasta el 0,50 % ( lo que supone un recorte del 0,25 % ), ha abierto la puerta a una medida inédita y que ha sacudido de forma inmediata el mercado de divisas, provocando una caída del 1 % en la cotización del Euro respecto el dólar y del 0,3 % respecto al yen japonés.

La bajada de tipos de interés resulta irrelevante para la mayoría de la población y empresas, de hecho hace mucho que no se trasladan estos tipos de interés a la economía real. Los tipos de interés que se han de soportar en la financiación, en el extraño caso de poder acceder a ella, superan el 8 % o 10 % en las entidades saneadas, y porcentajes superiores en las entidades que han recibido ayudas.

En cualquier caso la noticia inesperada por sus impredecibles consecuencias, es la posibilidad de que el BCE imponga una tasa de interés negativo a los depósitos. Esta medida tampoco tendría porque trasladarse a la economía real y se refiere al interés con que el BCE remuneraría los depósitos de las diferentes entidades financieras que mantienen sus excesos de tesorería, en lo que se llama “facilidad de depósito “.

En la actualidad este interés está situado en el 0 % y a pesar de ello las entidades mantienen 109.000 millones de € depositados en el BCE. El motivo principal de este comportamiento es que encuentran más seguro mantener su dinero en el BCE que prestándolo a otro banco o invirtiéndolo.

El tipo de interés negativo en los depósitos pretende que este capital inmovilizado al 0 % se mueva y revierta en la economía real, aunque la mayoría de analistas piensan que es más probable que se produzca una fuga de capital hacía otros países provocando el descenso del Euro al invertir en otras divisas. Tampoco las rentabilidades negativas de las subastas de deuda alemana o suiza han frenado a los inversores ante la inseguridad que se respira en la mayoría de inversiones más atractivas en cuanto a rentabilidad.

A estas alturas resulta muy difícil de comprender que muchos bancos sigan en pie gracias a los miles de millones inyectados que no han revertido en la economía real y no se hayan inyectado directamente a las pymes y otros sectores productivos, que son los que crean empleo y pueden suponer el crecimiento de la economía.

Fuentes: www.online.wsj.com






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