viernes, 13 de mayo de 2016

El paraíso del Ibex35

“El número de filiales de las empresas del IBEX35 en paraísos fiscales se ha incrementado en un 10%, pasando de 810 en 2013 a 891 en 2014, según los recientes informes de Oxfam Intermón y el Observatorio de Responsabilidad Social Corporativa.”

Esto significa que las 35 empresas que patrocinan absolutamente todo en este país, debiéndoseles obediencia por su mecenazgo desinteresado, exceptuándose a líderes con fuerte componente ideológico que suelen “anaranjarse” para poder pactar con cualquier partido que permita perpetuar el sistema de prebendas, que diagnostica la corrupción como algo desafortunado de algunas ovejas descarriadas que dejaron de ser piezas relevantes en el engranaje de una democracia ejemplar, tienen 891 filiales que sirven para pagar menos impuestos, única y exclusivamente.

Es totalmente legal, aceptando que la legislación pretende salvaguardar los intereses y libertades de los ciudadanos que conforman una sociedad. Replicando casi en su totalidad la hipotética concepción de justicia de John Rawls con el velo de la ignorancia y la posición original.

Rawls, en un alarde de inocencia enternecedor, imagina que las personas que pretenden una sociedad justa enumeran un decálogo de derechos y leyes que no otorgue ventajas a los más talentosos o con intereses ya que parten desde una situación original de ignorancia respecto al estatus que ostentará cada uno en esa futura sociedad.

Es decir, aunque tú seas el presidente del Banco Santander ( 235 filiales en paraísos fiscales ) y tengas especial interés en erradicar el hambre en el mundo, como no sabes qué rol te corresponderá ( por ejemplo, tesorero del Partido Popular juzgado por magistrado incorruptible, que lógicamente tras diez años de instrucción y el olvido generalizado de los avispados conciudadanos, no encuentras motivo alguno para tal causa, en realidad no recuerda ni porqué comenzó ) no promueves determinadas leyes que puedan favorecer tus intereses particulares ( Mateo 22, Merkel y Erdogan a los refugiados ).

Una vez aclarado que en una sociedad que se pretenda justa y bajo la premisa de la aleatoriedad del estatus futuro de todos sus participantes y creadores de la misma, no es difícil imaginar a uno de los fundadores ( presidente de BBVA, 52 filiales en paraísos fiscales ) proponiendo legislar a favor de territorios que permitan pagar menos impuestos, además de no facilitar información a requerimiento de otros países, un concepto que el resto de fundadores de esta sociedad entenderá imprescindible y de una ética incuestionable.

Siempre es importante que en esta sociedad global, existan territorios que se erijan como justicieros globales, ejemplarizando con las malas prácticas de otros para que no vuelva a suceder o para monopolizar el negocio. Recientemente la prensa se ha hecho eco de los papeles de Panamá o no hace tanto de un banco de Andorra, también se obligó a Suiza a acabar con el secreto bancario.

Mientras esto iba sucediendo , quién de forma implacable ajusticiaba a los descarriados se convertía en el principal paraíso fiscal del mundo. Delaware es un caso un tanto particular ya que existen más empresas censadas que habitantes, y es aquí donde residen el 47 % de las filiales éticas del Ibex 35, lo que ellas se ahorran en tributación deja de ser recaudado por nuestro Estado, algo que enorgullece a los dirigentes políticos que nos han gobernado en las últimas décadas porque mantiene intacto el espíritu de aquellos fundadores de nuestra sociedad, bajo el velo de la ignorancia, que tuvieron la ocurrencia de legislar a favor de un lugar donde pagar menos impuestos.

Fuentes: www.oxfamintermon.org




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