domingo, 3 de junio de 2012

Los surrealistas consejeros de la CAM

El Mundo, publica hoy un artículo en el que se hace eco de las declaraciones de un ex consejero de la CAM a la comisión de investigación de las Cortes Valencianas. Las declaraciones de José Enrique Garrigós sorprendieron a los miembros de la comisión , desvelando una composición del consejo formado por personas ajenas al mundo financiero.

El declarante es empresario de una empresa de turrones y ni tiene tiempo ni conocimientos para analizar un balance , a pesar de ello entró como vocal de la comisión de control de la CAM en el año 2007 y lo propusieron para presidente del órgano que supervisa las decisiones . En un alarde de sinceridad reconoce que no tiene la menor idea del contenido de la circular 4 del Banco de España ( la que delimita los riesgos de este tipo de entidades ) , y que el preguntaba al director general y le decían que todo iba bien , es más , los auditores ( a estos se les suponen conocimientos ) lo corroboraban.

Según declara , “ el día 15 de julio de 2011 , la directora general se dirigió al consejo para expresar su alegría ya que según el Banco de España habíamos superado las pruebas de estrés”. Seis días más tarde la entidad fue intervenida.

Los salarios de los consejeros de la CAM oscilaban entre 20.000 y 80.000 € , a parte de este empresario turronero , existía una auxiliar de enfermería y cajera ( Noelia Sala ) ,una profesora de danza ( Isabel Cambronero ) , una catedrática de psicología ( María Martínez ) , una artista con un MBA en Esade ( Natalia Caballé ) , un técnico de gestión cultural ( Diego Orenes ),un perito industrial ( Juan Pacheco ) que reconoce que carece de los conocimientos suficientes en materia financiera , jurídica o contable.

Hay que recordar que la CAM fue en su momento una de las mayores entidades financieras del país y que estas personas por sus profesiones y formación , no parecen las más adecuadas para formar parte de un consejo de un banco. Difícilmente podían valorar muchas de las decisiones que se adoptaban y en su cargo podemos atribuirles una negligencia por aceptar semejante responsabilidad.

En cualquier caso , recordando el caso Palau de la Música y a Millet , la composición de un consejo por un elenco de financieros , abogados de prestigió y demás personalidades que representan la flor y nata de la sociedad , tampoco es garantía de supervisión de las cuentas , unos estados financieros que alguien auditaba y los daba por fidedignos.

Estos eran los títeres que cumplían con la legalidad vigente , la realidad siempre supera la ficción.

Fuentes : Diario El Mundo


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