domingo, 6 de enero de 2013

El Señor de los coches ajenos

Imaginemos por un momento que todos los coches son iguales, mismo color, mismo modelo, mismo estado de conservación y carecen de matrícula o cualquier otro distintivo que permita identificarlos. Obviamente, sería muy complicado tener un coche en propiedad sin un elevado riesgo de pérdida, básicamente por robo o sustracción ya que no podríamos demostrar que era de nuestra propiedad.

Para evitar este riesgo deberíamos implantar sistemas de seguridad que nos permitiesen tener el vehículo protegido, con los elevados costes que eso conllevaría. Otra solución, más económica, es buscar un parking donde dejar el coche a buen recaudo. Deberemos pagar un alquiler pero a cambio nos garantizan que siempre tendremos el vehículo a nuestra disposición, incluso en el caso que el coche sea robado nos aseguran que ellos asumirán el quebranto y nos lo repondrán.

El parking donde hemos dejado nuestro coche posee 100 plazas de aparcamiento y las tiene todas ocupadas. El dueño vive del alquiler que cobra a las 100 personas que tienen contratado el aparcamiento en su local, a razón de 10 € al mes. Cada mes ingresa 1.000 € y soporta unos gastos de 600 €, entre seguridad y suministros básicamente.

Con el tiempo, el dueño, se da cuenta que diariamente solo 5 o 7 personas retiran el coche, no son siempre los mismos, pero al final del día las salidas de vehículos rara vez superan los 8 coches. Así que se le ocurre la brillante idea de obtener algún beneficio, para ello discurre un negocio de alquiler de coches. Realizará un servicio a la sociedad ya que proporcionará la posibilidad de obtener un medio de transporte a personas que no pueden comprárselo o a empresas que los necesiten en gran número.

Para cubrirse bien las espaldas, redacta un contrato de alquiler que obliga al arrendatario a responder con la devolución del coche en perfecto estado y en el plazo establecido, de no ser así se procederá a embargar los bienes de este con intereses y gastos adicionales.

De esta forma emprende este nuevo negocio, no se plantea la necesidad de solicitar permiso a los propietarios de los coches porque no se van a enterar y además debería hacerles coparticipes de los beneficios obtenidos. Como es previsor alquilará un máximo de 90 vehículos, dejando 10 para las necesidades diarias de los propietarios.

El precio que estipula es de 3 € al día por alquilar un coche y al poco tiempo consigue alquilar los 90 que tenía planeados. Es decir, por cada coche ingresa 90 € al mes que multiplicado por los 90 coches supone 8.100 € extras al mes. De esta forma ha conseguido que un negocio que le generaba un beneficio mensual de 400 €, pase a 8.500 €.

Con los años se descubre que el propietario del parking, ahora ya con muchas franquicias, está enriqueciéndose con los coches de otros. Pero no ocurre nada, es más, se explica a los ignorantes propietarios de los coches que gracias a la labor de este y otros dueños de aparcamientos que emularon su gran idea, la sociedad ha salido enormemente beneficiada. Casi todo el mundo posee medio de transporte, facilitando el suministro de mercancías en los punto de venta, el consumo de carburante y sus impuestos que revierten en toda la sociedad se ha disparado, los diferentes sectores relacionados con la automoción son el motor de la economía y casi no existe desempleo … etc.

Así que no hay que perder el tiempo en consideraciones éticas o morales, se instaura este sistema como legal ya que proporciona que fluyan los medios para el crecimiento económico, y por si acaso el Estado garantiza que si algún aparcamiento no puede devolver los coches a sus propietarios, se hace responsable subsidiario.

Esto que resulta muy reduccionista no dista mucho de la realidad del proceso de creación del dinero y la deuda, una deuda que a algunos les supone perderlo todo cuando en realidad quien se lo prestó no disponía del bien en propiedad.



2 comentarios:

  1. Me ha encantado el símil que has realizado de ese emprendedor que alquila coches y los bancos. Es muy acertado. El problema viene cuando muchos propietarios, más de los que había pensado el emprendedor, quieren sacar al mismo tiempo sus coches del parking :)

    ResponderEliminar